1. Siempre ganan los buenos que, por cierto, casi siempre son hombres, blancos y norteamericanos (Ejemplo: Indiana Jones);
2. La protagonista encuentra al príncipe azul, se casa con él, son felices por siempre y no dejan de comer perdices (todo ello sin dar palo al agua). A veces, encuentra un vampiro y un hombre lobo y debe elegir entre ambos. Todo el mundo sabe a qué me refiero con esto...¿si?
3. La mayor preocupación de los protagonistas en las teleseries infantiles es ligar o cantar (Hannah Montana, Jonas Brothers) y no tienen ningún tipo de preocupación social que vaya más allá de ciertos signos caritativos.
4. Siempre triunfan la familia convencional (padre y madre casados con varios hijos) y el "amor".
5.Existen super-heroes que salvarán al mundo en caso de catástrofe mundial (Superman, Spiderman, el Capitán América, los cuatro fantásticos...) y la mayoría son norteamericanos.
6. Si una mujer se divorcia, no tiene novio/a o no se va a casar será una desgraciada toda su vida. Si no tiene hijos, nunca se realizará.
7. Si un hombre se divorcia, no tiene novia o no se va a casar es que no está lo suficientemente maduro para hacerlo...hay que darle su tiempo. Acabará encontrando a la mujer ideal, la del punto 6, y tendrá una bella familia con ella.
8. No hay puntos medios: o buenos, o malos.
Y aunque nos han contado que las películas son ficción, no dejamos de esperar un final de estas películas, no dejamos de pensar que hay buenos y malos, que somos los buenos y que ganaremos.
Por supuesto, hay otro tipo de cine, pero no es publicitado, no es doblado, no es emitido o, directamente, no nos interesa porque preferimos vivir en un Matrix descafeinado que en nuestra realidad. Esto es:
1. Según la revista Monocle Copenhague es la mejor ciudad para vivir en el mundo. Allí se está celebrando la cumbre del clima. En un final de Hollywood, se llegaría a un acuerdo, gracias a algún heroe norteamericano, y el planeta se salvaría. En la realidad, las negociaciones están bloqueadas porque Estados Unidos no negocia, impone, desde que ha comenzado la reunión; la Unión Europea es incapaz de dar un paso y comprometerse a aumentar su objetivo de reducción del 20 al 30%. Y ello a pesar de que sería necesario un 40%. Ni siquiera las lagrimas en el plenario del Primer Ministro de la isla de Tuvalu parecen haber impresionado a los representantes de los países ricos. La ONU admite la posibilidad de fracaso del diálogo contra el calentamiento.
2. En un final de película "hollywoodiense" la protagonista encuentra al príncipe azul. En la realidad no es azul, sino de muchos colores, igual que ella y tiene buenos y malos días y, por desgracia, hay ocasiones en que el príncipe se transforma en diablo y le quita la vida a la princesa. En otros casos, acaba en un prostíbulo. En los mejores, se recurre a la separación cuando la cosa no funciona. Eso sí, hay matrimonios que duran toda la vida, lo que no es garantía de nada.
3. En un final "peliguay" hay perdices por siempre jamás. En nuestro final, probablemente, se extingan en unos años. Algunos de los protagonistas sufrirán el problema del desempleo y no habrá perdices, sino papas con huevo o un buen cocidito que no está nada mal ¿eh?
4. La familia convencional también está en extinción. Por tipo de ruptura matrimonial, en 2008, en España se produjeron 8.761 separaciones y 110.036 divorcios (INE), menos que en 2007 a causa de la crisis económica. Así que cuando se le pida a un niño que dibuje a su familia, no todos incluirán papá, mamá y hermanitos. Habrá quienes dibujen sólo a un papá o a una mamá, quienes se representen a sí mismos con sus dos progenitores de idéntico sexo y quienes dibujen a sus hermanos, su madre, su padre, a la nueva mujer de éste y a la nueva pareja de aquélla, junto con los hijos de ambos. Y en el colegio ya no será un bicho raro.
5. Los superheroes no existen. Bueno, según Ariadna Puello, sí. Dejo este tema, "políticamente incorrecto":
6. Lo más normal del mundo es que una mujer o un hombre tengan más de una pareja a lo largo de su vida y que cada relación sea más o menos satisfactoria hasta que termine.
Por último, estamos rodeados de colores, de grises, de matices. El mundo no es blanco y negro. Podemos ser profundos, llenos de complejidades que no entendemos ni nosotros mismos. También podemos quedarnos en la superficie, podemos creer que siempre seremos de color rosa o azul...