miércoles, 7 de noviembre de 2012

Me descubro

Hoy ha amanecido un día lluvioso y he desayunado con grandes titulares de prensa que proclaman a Barack Obama vencedor de las elecciones estadounidenses. He sentido cierto alivio al ver la noticia, pese a que en nuestro país más de la cuarta parte de la población activa está en paro y un 21,8% de la población vive por debajo del umbral de la pobreza. Regresa la incomodidad y la sensación de incertidumbre que se ha instalado en mi vida últimamente. Hay mucho que decir, mucho por luchar. Hay quién piensa que esto se arreglará y seguiremos "como antes" y están los que luchan ante los terribles retrocesos sociales que se están produciendo en Europa. Manifestaciones diarias, una huelga general y muchos desahucios han precedido este post. Indignados, 15M, el Congreso rodeado el 25S, mucho fútbol, otra vez toros, exclusiones del sistema de salud, el re-co-pago, despidos, más despidos.
Me descubro preguntándole al conejo de Alicia en el país de las maravillas "¿por qué corres tanto? ¿a dónde llegas tarde?". Pero no lo sigo, esta vez me quedaré. Porque, esta vez ya sé que con suficiente tengo bastante.

viernes, 27 de agosto de 2010

Nueva York




Este verano viajé a Nueva York, la ciudad de los rascacielos, la jungla de asfalto. El New York, New York de Frank Sinatra, de Sex in the city, de los super-héroes. También el NY de los "tristes sucesos" de Neruda. Lorca advertía que "la aurora de Nueva York tiene cuatro columnas de cieno y un huracán de negras palomas que chapotean las aguas podridas". Los que habían ejercido de turistas previamente, me dijeron que podía comprar ropa muy barata de marca registrada y me recomendaron que fuera con una maleta vacía. También me dijeron que la gente era muy amable, que caminaría millas y pesaría en libras, que el cambio nos favorece y que Manhattan es impresionante. Y así fuimos, camino a Boston, a la casa más bonita que he visto "in all my life" a conocer a las personas que se convertirían, sin lugar a dudas, en lo mejor de mi particular "american beauty". Tengo que agradecer el calor recibido en North Easton y, más tarde, en Newark por nuestra intrépida anfitriona medio neoyorkina, medio española. Gracias a ellos hemos podido relajarnos para observar, oler, escuchar y sentir la vida de una parte de Estados Unidos.
Si digo que en la llegada a NY descubrí una ciudad preciosa, mentiría. Llegamos en el tren desde Boston, al atardecer y, a través de cenagales, se divisaba una ciudad espectral coronada por el Empire State. Fuimos recibidos en un oscuro túnel donde la temperatura podría alcanzar los 50ºC y la llegada a Newark fue regada por un cielo que lloraba gotas del tamaño de pelotas de ping-pong y relámpagos que anunciaban la furia de la City. Más tarde, calmada la natura, el Empire State nos esperaba para hacer realidad el imaginario que ya tenemos de NY. Que yo ya conocía el edificio Chrysler, ya conocía Liberty Island, yo ya había visto esta ciudad tantas veces en cine, en TV, en fotos. Reconocía ávida esta imagen de alturas imposibles, de luces y cielo muerto. Ahí estaba el NY impresionante, impactante... Después, abajo, todo fue ruido y caminar, caminar, caminar por la quinta avenida, por la sexta, por las calles, Broadway, el puente de Brooklyn (lo terminaremos en otra ocasión). Con nuestra anfitriona todo fue fácil. Ella, que se ha recorrido casi cada calle de la mega-ciudad, conoce dónde, cómo y cuándo.
Descubrí que las desigualdades pueden ser verticales: en el ático, planta 75, un multimillonario agita su martini rodeado de plantas y risas; en la planta baja, una mujer desposeida duerme en el cajero del banco. El Olympo de los dioses existe en NY, pero el infierno está en sus calles.
Después de esta enriquecedora experiencia de Little Italy, Chinatown, Soho y MOMA, volvimos a la casa que casi hemos hecho nuestra en North Easton y de ahí al condominio de alta densidad donde habito, escribo, leo y pienso...
Por cierto, no llegué a encontrar la ropa barata... me quedo con Wrentham Village.

miércoles, 4 de agosto de 2010

Mujer poliédrica

La imagen de la mujer que se presenta en los medios de comunicación es un mar de contradicciones entre la realidad y el deseo. La publicidad da soluciones para una realidad dibujada con mujeres hinchadas por los gases, que se orinan encima, que están estreñidas, con los muslos escocidos y vaginas resecas. Arrugadas, gordas, insatisfechas, con rozaduras en los pies y preocupadas por cómo eliminar las manchas de la ropa. El deseo viene en forma de bote de perfume o de coche, acompañado por una mujer etérea que nunca pasa de los treinta. Depende de lo que haya que vender la mujer es lasciva, amante esposa, madre, objeto, ama de casa, trabajadora, ejecutiva agresiva. Nosotras mismas desfiguradas, manipuladas interiormente para encontrar hueco en la hiperrealidad: botox, ácido hialurónico, implantes de mamas, globos gástricos, pastillas antidepresivas, pastillas para dormir, ansiolíticos, lentillas de colores, liposucciones. Total, ¿para parecerse a quién? ¿A Carmen Lomana? ¿A Sara Montiel? ¿A “la Esteban”? ¿A Sara Carbonero? ¿o a la vecina del quinto? Ahhh!!! Que no, que es para ser nosotras mismas porque “me siento mejor”. ¿Te diste cuenta de que eso lo dijo el vendedor: “Señora, con unas tetas nuevas estaría estupenda”? Poco a poco, dejaremos de ser mujeres que miran a mujeres con ojos de macho alfa. Dejaremos de mirarnos al espejo de la hiperrealidad que construyen los medios, que es más real que nuestra propia realidad. Dejaremos que la vida nos despeine.

martes, 8 de junio de 2010

DECLARACIÓN DE PROFESORES UNIVERSITARIOS FRENTE A LA CRISIS

Declaración de profesores universitarios frente a la crisis

Encabezada por Juan Torres López

Los profesores y profesoras universitarios que firmamos esta declaración lo hacemos porque tenemos la convicción de que la interpretación que se hace de la crisis y las medidas que se están tomando ante la grave situación que estamos viviendo no son las adecuadas para hacerle frente
respetando principios elementales de la democracia y la justicia social.

Queremos que la ciudadanía entienda que esta crisis no es simplemente un hecho circunstancial, sino la expresión de un modo de vida y de organización de todo el sistema social y económico que es material y humanamente insostenible.

La crisis la ha provocado un sistema financiero concebido y regulado para que la principal fuente de beneficio de la banca y los poderes financieros sea la especulación. Por eso será imposible salir de la crisis como se quiere salir: sin cambiar las reglas del sistema financiero, sin acabar con los paraísos fiscales, sin vigilar y controlar a la bancos y dejando que sigan siendo ellos quienes impongan el modo de funcionar de la economía mundial. No podemos consentir que la ciudadanía que nada ha tenido que ver pague los platos rotos por los bancos.

La crisis ha tenido un efecto especialmente grave en nuestro país porque los gobiernos consolidaron en los últimos años un modelo económico basado en la construcción, en la explotación masiva e irracional de los recursos naturales y en la desigualdad y muy dependiente de los designios de las grandes corporaciones y burocracias europeas. No podremos salir de la crisis si se sigue incentivando el mismo tipo de actividad económica.

También estamos comprobando que la crisis hace evidente la fragilidad de nuestra democracia porque en lugar de la deliberación predomina la imposición y porque los poderes financieros y económicos se imponen continuamente a las instituciones representativas. Ceder a la extorsión
de "los mercados" es debilitar aún más la democracia y así solo se saldrá de la crisis con menos bienestar y justicia.

Se quiere hacer creer a la ciudadanía que las medidas que se están adoptando son las únicas posibles pero la experiencia de otros países nos permite afirmar que eso no es verdad y que cuando se adoptan solo conducen, como acaba de decir el premio Nobel de Economía Joseph
Stiglitz, "al desastre". Sabemos, por el contrario, que hay otras salidas a la crisis mucho más eficaces y favorables para el bienestar.

El conocimiento de lo que está ocurriendo y el sentido común nos dicen que lo primero y principal es devolver el crédito a empresas y familias y que para ello es necesario que el Estado disponga de fuentes seguras de financiación. Es inmoral e inaceptable que el dinero que los poderes públicos dan a los bancos al 1% para que financien a la economía solo lo utilicen para comprar deuda pública al 5 o incluso al 10% o para seguir especulando. Por eso defendemos la banca pública que la crisis ha demostrado que es más necesaria que nunca.

Sabemos que la reforma laboral que se prepara solo con el propósito principal de debilitar el poder de negociación de los trabajadores no es lo que se necesita para crear empleo. Tratar de salir de la crisis reduciendo los salarios y las rentas de la mayoría de la población es
como querer salir del hoyo tirándose de los pelos. Son esas rentas quienes mantienen el gasto que permite que la economía se mantenga en pie, de modo que reducirlas para aumentar los beneficios de los bancos y las grandes empresas (que en el primer trimestre de 2010 han aumentado un 25%) es la antesala de una larga y dolorosa depresión económica.

Sabemos que los recortes de gasto público que se proponen no son los más eficaces ni los más justos y que, en todo caso, hay otros que se podrían haber recortado primero, como los militares. Y sabemos que existen otros mecanismos de obtención de ingresos cuya carga no recae sobre los más desfavorecidos sino sobre aquellos que provocaron la crisis, o sobre los que disfrutan de ingresos o riqueza muy superiores a la mayoría de la población.

Quienes conocemos cómo funciona esta sociedad, la historia y la naturaleza de los auténticos poderes que toman las decisiones somos conscientes de la dificultad de tomar hoy día medidas diferentes a las que proponen la patronal y los grandes financieros. Pero la experiencia también nos enseña que cuando la ciudadanía se empodera y conoce bien lo que pasa a su alrededor es capaz de influir y de torcer las decisiones que le obligan a ir por los caminos que no desea transitar.
Por ello reclamamos también más debate y diálogo social para que la ciudadanía sepa lo que pasa, para que disponga de información plural y pueda optar y decidir con fundamento. Reclamamos, por tanto, que los medios de comunicación públicos cumplan con la tarea a la que están llamados y abran urgentemente debates sobre la crisis en los que no se difundan siempre las mismas ideas de quienes detentan el poder sino las diferentes concepciones y propuestas sobre lo que está ocurriendo y sobre la mejor forma de hacerle frente.

Con este convencimiento, nos comprometemos a contribuir con nuestra actividad universitaria para que la sociedad tome conciencia de que las medidas que se están adoptando NO PERMITIRÁN RESOLVER LA CRISIS porque solo se encaminan a facilitar que los de por sí más privilegiados obtengan más cómodamente sus enormes beneficios. Y, sobre todo, a aportar y difundir esas OTRAS FORMAS DE HACER FRENTE A LA CRISIS que respetan el bienestar y la justicia y que además son mucho más eficaces para combatir sus efectos tan negativas sobre la población más desfavorecida.

Como muestra de este compromiso suscribimos esta declaración que haremos pública próximamente para mostrar nuestro rechazo a las medidas que se vienen adoptando.

Sevilla, mayo de 2010
LISTA DE FIRMANTES
1 Juan Torres López, Catedrático de Economía Aplicada, U. de Sevilla

2 Esther Velázquez Alonso, Profesora de Economía Aplicada, U. Pablo de Olavide

3 Catalina Lara, Catedrática Bioquímica y Biol. Molecular, U. de Sevilla

4 Alfredo Serrano Mancilla, Profesor de Economía Aplicada, U. Pablo de Olavide

5 Manuel Delgado Cabeza, Catedrático de Economía Aplicada, U. de Sevilla

6 Lina Gálvez Muñoz Profesora Titular de Hist. e Instit. Económicas, U. Pablo de Olavide

7 Luis Andrés Zambrana, Profesor de Economía Aplicada, U. de Sevilla

8 Francisco Sierra Caballero, Catedrático de Comunicación Audiovisual, U. de Sevilla

9 Rafael Gómez Gordillo, Profesor de Derecho del Trabajo, U. Pablo de Olavide

10 Susana Moreno Maestro, Ayudante Dpto. Antropología Social, U. de Sevilla

11 Carolina Márquez Guerrero, Profesora Titular de Economía Aplicada, U. de Sevilla

12 Rosa Mª Díaz Jiménez, Profesora de Trabajo Social, U. Pablo de Olavide

13 Maria Jose Lera Rodriguez, Profesora Titular de Psicología Evolutiva. U de Sevilla

14 Aurora Labio Bernal, Profesora Titular de Periodismo, U. de Sevilla

15 Raquel Rico Linage, Profesora de Derecho, U. de Sevilla

16 Antonia Corona Agula, Profesora de Trabajo Social, U. Pablo de Olavide

17 Miguel Vázquez Liñán, Departamento de Periodismo 1, U. de Sevilla

18 Mauricio Matus López, Dto. Economía, U. Pablo de Olavide

19 Esteban de Manuel Jerez, Prof. E.T.S. Arquitectura, U. de Sevilla

20 Ricardo Marqués, Dt. de Electrónica y Electromagnetismo, U. de Sevilla

21 Marta Soler Montiel, Profesora de Economía Aplicada, U. de Sevilla

22 Raquel Guzmán Ordaz, Dto. Sociología, U. de Sevilla

23 Inmaculada Sánchez Márquez, Profesora de Trabajo Social, U. Pablo de Olavide

24 Lucía del Moral Espín, Becaria FPU, Dto. Economía, U. Pablo de Olavide

25 María Luisa Jiménez Rodrigo, Profesora de Sociología, U. de Sevilla

26 José Luis Malagón Bernal, Catedrático de E.U. de Trabajo Social, U. Pablo de Olavide

27 Inmaculada Gordillo, Profesora Titular Universidad, Facultad de Comunicacion, U. de Sevilla

28 Alberto Carrillo Linares, Profesor Departamento Historia Contemporánea. U. de Sevilla

29 Ibán Díaz Parra, Profesor interino. Departamento de Geografía Humana. Universidad de Sevilla

30 Víctor M. Borrero Zapata Profesor de Filología Alemana USE

31 Victoria Camacho Taboada, Dpto. Lengua Española, Lingüística y Tª de la Literatura, Universidad de Sevilla

31 Juan José Iglesias Rodríguez, Catedrático de Historia Moderna, Universidad de Sevilla

32 David Benavides Cuevas, Centro de Trabajo: Departamento de Lenguajes y Sistemas Informáticos. Universidad de Sevilla

33 Miguel Ángel Olalla Acosta, Profesor de Álgebra, Universidad de Sevilla

34 Francisco J. Medina, Profesor de Psicología Social, Universidad de
Sevilla

35 Agustín Olmo López, Profesor Asociado Facultad de Comunidación
Universidad de Sevilla

36 Carmen Rodríguez Morilla, Dto. Economía Aplicada II, Universidad de
Sevilla

37 José Tomás Diestre Mejías, Profesor de Trabajo Social, U. Pablo de
Olavide

38 Mercedes Morillo Moreno, Profesora Dpto. Economía e Historia Económica. Universidad de Sevilla.

39 María José Jiménez Rodríguez, Dpto. Matemática Aplicada I, Universidad de Sevilla

40 JUAN VÁZQUEZ CABELLO, DPTO. QUÍMICA ORGÁNICA, FACULTAD DE QUÍMICA,
UNIVERSIDAD DE SEVILLA

41 Juan Pablo Larreta Zulategui, T.U Facultad de Humanidades de la UPO /Dpto. de Filología y Traducción

42 José María Valcuende del Río, Antropólogo, Profesor Titular del Departamento de Ciencias Sociales, Universidad Pablo de Olavide

43 Mercedes Comellas Aguirrezába, Profª Titular de Literatura Española, Facultad de Comunicación, Universidad de Sevilla

44 Javier Escalera Reyes, Profesor de Atnropología Social, Universidad Pablo de Olavide

45 CARLOS PACHECO CARRETERO, FILOSOFÍA, UNIVERSIDAD SEVILLA

46 Francisco Javier García García, Profesor de Física Aplicada, Universidad de Sevilla

47 Vicente Manzano Arrondo, Profesor titular de universidad, Área de Metodología de las Ciencias del Comportamiento

48 José Ordóñez García, Facultad de Filosofía, Univ. Sevilla.

49 Isidro Pliego Sánchez, Profesor Titular de Unuiversidad, Dpto. de Filología Inglesa (Lengua Inglesa). U SEevilla.

50 Raúl Álvarez Pérez, Profesor de Trabajo Social, Universidad Pablo de Olavide.

51 Raquel Benítez Burraco, Prof. Asociado Tiempo Parcial. Área Ling Gral. Dept Lengua Española, Ling y Tª lit. U. de Sevilla

52 Leandro del Moral Ituarte, Profesor de Geografía Humana, U. de Sevilla

53 Matilde Panadero Díaz, Departamento de Sociología (Universidad de Sevilla)

54 Ángeles Castaño Madroñal, Profesora Ayudante. Dpto. Antropología Socia. Universidad de Sevilla

55 MARINA NÚÑEZ GIL, Profesora de Ciencias de la Educación, U. de Sevilla

56 Ana María Carrillo Vargas, Profesora Dep. Economía e Historia Económica. Universidad de Sevilla.

57 Nieves Atienza Martínez, Prof. de Matemática Aplicada, Universidad de Sevilla

58 Asunción Sainz Lerchundi, PTU Facultad de FIlología. Departamento de Alemán. U. de Sevilla

59 Jesús Cuevas Maraver, Profesor Titular de Universidad (Dpto. Física Aplicada U. de Sevilla

60 Félix Talego Vázquez, Profesor de Antropología Social, U. de Sevilla

61 Pablo Martínez Cousinou, Departamento de Periodismo I, Universidad de Sevilla

62 Carlos Arenas Posadas, CEU, Departamento Economía e Historia Económica. Universidad de Sevilla

63 Miriam Palma Ceballos, Profesora Titular Dra. Dpto. Filología Alemana, U. de Sevilla

64 Javier Hernández Ramírez, Profesor Contratado Doctor, Departamento Antropología Social, Universidad de Sevilla

65 Emma Martín Díaz. Catedrática de Antropología Social de la Universida de Sevilla

66 José Pablo Baltanás Illanes, Profesor Titular de, Universidad Departamento de Física Aplicada II, ETS Arquitectura, Universidad de Sevilla

67 Antonio Acosta Rodríguez, Catedrático Historia de América, Universidad de Sevilla

68 JOSE ANGEL TRANCOSO VERGARA, PROFESOR DE TRABAJO SOCIAL, UNIVERSIDAD
PABLO DE OLAVIDE

69 Vicente Rodríguez Sosa, Dpto. Economía Aplicada II, Universidad de Sevilla

70 Pilar Bellido Navarro, profesora Titular, Universidad de Sevilla.

71 Victoria Muñoz Tinoco, Profesora Colaboradora, Universidad de Sevilla

72 José Carlos Malagón, Profesor de Trabajo Social, Universidad Pablo de Olavide

73 Daniel Cascado Caballero, ETS Ingenieros Informáticos, Profesor contratado doctor, Universidad de Sevilla

74 Manuel Jesús Domínguez Morales, Profesor Sustituto Interino, Departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores, E.T.S. Ingeniería Informática, Universidad de Sevilla

75 JESUS MANUEL CASTILLO SEGURA, PROFESOR DE ECOLOGÍA,UNIVERSIDAD DE SEVILLA

76 María José Lozano Vega, Profesora de Sociología, Facultad de Ciencias del Trabajo, Universidad de Sevilla

77 Luis Uriondo Segrelles. Departamento de Historia Contemporánea. Universidad de Sevilla

78 Ramón Reig, profesor titular de periodismo, Universidad de Sevilla

79 José Javier Busto Guerrero, Catedrático de Escuela Universitaria, Departamento de Economía Aplicada I, Universidad de Sevilla.

80 María José García Orta. Profesora Asociada Departamento de Periodismo II. U. de Sevilla

81 Jesús Gregorio Pérez, Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informatica, U de Sevilla

82 Eugenia Gil García, Contratada Doctora, Escuela Universitaria Ciencias de la Salud, Dpto. Enfermería, U. de Sevilla

83 Inmaculada Gordillo. Profesora Titular. Facultad de Comunicación. U. de Sevilla

84 Sara González Marin. U. Rey Juan Carlos de Madrid

85 Jesús López Pérez, Arquitecto, Universidad de Sevilla

86 Sergio Sánchez Trigo, profesor asociado de la Universidad de Sevilla.

87 Rafael Vioque Cubero, Profesor Dpto. Proyectos Arquitectónicos, E.T.S. de Arquitectura, Universidad de Sevilla

88 Julián Sobrino Simal, Departamento de Historia, Teoría y Composición Arquitectónicas, Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad
de Sevilla

89 Benito Sánchez-Montañés Macías, Profesor Ayudante Doctor - Composición Arquitectónica, ETS Arquitectura - Universidad de Sevilla

90 Rocío Silva Pérez, Profesora Titular de Universidad. Departamento de Geografía Humana. Universidad de Sevilla

91 Simone Castellani, Departamento Antropología Social, Universidad de Sevilla

92 Ignacio Vioque Romero, Profesor Ayudante Doctor, Dpto. Física Aplicada II, E.T.S. de Arquitectura, Universidad de Sevilla

93 Rafael Villa Caro, Profesor Titular de Universidad, Dpto. Análisis Matemático, Universidad de Sevilla

94 Mª Angeles Luque Laó, Departamento de Fisiología y Zoología, de la Facultad de Biología, Universidad de Sevilla

95 Maria López de Asiain Alberich, Profesora Asociada Escuela Técnica Superior de Arquitectura, Universidad de Sevilla

96 Enrique Larive López, Profesor Asociado. Departamento de Historia, Teoría y Composición arquitectónicas. ETSA. Sevilla. Universidad de Sevilla

97 María del Mar Ramírez Alvarado, Profesora Titular de Comunicación Audiovisual y Publicidad Facultad de Comunicación, Universidad de Sevilla

98 Carlos J. Núñez Gómez. Profesor de Trabajo Social. U. Pablo de Olavide.

99 Manuel Garrido Fuego, Departamento de Trabajo Social y SS.SS. Universidad Pablo de Olavide

100 Laura Martín Sánchez, Prof. Asoc. Dpto. Trabajo Social y SS.SS. Universidad Pablo de Olavide

101 Luis Berraquero Díaz. Becario de Investigación. Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Pablo de Olavide. Sevilla

102 Mª Trinidad Villar Liñán, Universidad de Sevilla

103 Francisco Javier Bedoya Bergua, Catedrático de Bioquímica. Universidad Pablo de Olavide de Sevilla

104 Juan Carlos Real Fernández., Profesor de Organización de Empresas, U. Pablo de Olavide.

105 Ines Herrero, Profesora Titular, Universidad Pablo de Olavide, Sevilla
106 Alberto Pérez Izquierdo, Departamento de Electrónica y Electromagnetismo Universidad de Sevilla

107 Antonio Luis Ampliato Briones, Catedrático de Expresión Gráfica Arquitectónica, Universidad de Sevilla

108 Daniel,Cagigas Muñiz, Departamento de Arquitectura y Tecnología de Computadores, Universidad de Sevilla

109 DOMINGO SÁNCHEZ FUENTES, PROFESOR DEPARTAMENTO URBANÍSTICA Y
ORDENACIÓN DEL TERRITORIO, ETSA. UNIVERSIDAD DE SEVILLA

110 Manuel Acevedo Nieto, Profesor del Área de Ciencias Sociales, Universidad Pablo de Olavide

111 HASSAN FAZELI KHALILI, PROFESOR DEL DEPARTAMENTO DE PSICOLOGÍA
EXPERIMENTAL DE LA UNIVERSIDAD DE SEVILLA

112 Esther Pérez Boza, Profesora del Departamento de Trabajo Social y SSSS de la Universidad Pablo de Olavide

113 Maria Rosa Herrera, Profesora del Departamento de Trabajo Social y SSSS de la Universidad Pablo de Olavide

114 Antonio Piñero Valverde, Departamento de Urbanística y Ordenación del Territorio, ETS Arquitectura, Universidad de Sevilla

115 Juan F. Ojeda Rivera, Profesor de Geografía, Universidad Pablo de Olvaide

116 María J. Marco Macarro, Profesora Contratada Doctora, Dpto. Ciencias
Sociales Universidad Pablo de Olavide

117 Elisa Oteros Rozas, Investigadora predoctoral de la Universad Autónoma de MAdrid.

118 Inés Canosa Pérez-Fragero, Profesora de Microbiología, Dept. Biología Molecular e Ing. Bioquímica, Universidad Pablo de Olavide

119 Inmaculada Antolínez Domínguez, Becaria pre-doctoral, Departamento de Trabajo Social y Servicios Sociales, Universidad Pablo de Olavide

120 Agustín Coca Pérez. Antropólogo. Profesor en el Departamento de Ciencias Sociales. Universidad Pablo de Olavide

121 Blanca Rodríguez Ruiz, Profesora Titular de Derecho Constitucional, Universidad de Sevilla

122 Antonio García García, Prof. Ayudante Doctor, Dpto. Geografía, Historia y Filosofía, Univ. Pablo de Olavide

123 Fernando Muñoz Lobato. Investigador Predoctoral. Centro Andaluz de Biología del Desarrollo. Universidad Pablo de Olavide.

jueves, 22 de abril de 2010

La extinción de los anfibios


Juan tiene 11 años y en el cole le han mandado un trabajo de lengua: realizar una entrevista. Nervioso, da vueltas por la casa. Pregunta "¿a quién le hago la entrevista?". Le doy múltiples respuestas: a tu bisabuela por las historias que puede contar; a tu abuela, que te quiere tanto; a tu abuelo, que algún misterio desvelará; a menganito; a zetanita; a... Así, van saliendo nombres y a todos los nombres les sigue la negación de un niño que desea entrevistar a alguien muy interesante. Casi me doy por vencida, cuando le comento que mi querida Carmen Mascaró (catedrática de Parasitología de la Universidad de Granada) está escribiendo un libro sobre la extinción de los anfibios. Recibo como respuesta unos ojos abiertos como platos: "¿Se están extinguiendo los anfibios?????". Asiento con la cabeza y soy asaltada por mil preguntas que tendrá que responder Carmen. Ella es una de las personas más comprometidas vital e intelectualmente que he conocido y ha realizado un análisis sistémico que va mucho más allá de la extinción de los anfibios, título de su libro libro publicado por la Universidad de Granada.

Juan prepara las preguntas y le hace esta entrevista a Carmen Mascaró:

J. A qué te dedicas?
C.M. A la biología, concretamente a estudiar organismos parásitos y las enfermedades que ocasionan

J. Qué te hizo interesarte por la biología?
C.M. Mi padre era biólogo, bueno en aquella época se decía de Ciencias Naturales, él me enseñó Biología desde chica

J. Has escrito un libro nuevo ¿de qué trata?
C.M. Trata de la extinción de anfibios, de su desaparición causada por el hombre

J. ¿Por qué te llamaron la atención los anfibios?
C.M. Porque son tan preciosos como frágiles, su piel está desnuda, todo lo que contamina el medio ambiente les afecta

J. ¿Cómo llegaste a la conclusión de que los anfibios se están extinguiendo?
C.M. Es un problema global, el año pasado estuvo dedicado a ellos, fue el año de los anfibios. En España no se enteró casi nadie, en otros países se hicieron muchas actividades de sensibilización ciudadana

J. ¿Qué piensas que va a pasar cuando se extingan?
C.M. Si no ponemos freno a nuestra forma de vivir otros animales irán detrás, murciélagos, aves ... el provenir de los humanos es oscuro, los anfibios nos avisan, ellos van a morir primero, van a desaparecer, lo están haciendo, el resto lo haremos después

J. ¿Cuánto tiempo tardarán en extinguirse, más o menos?
C.M. ¿10 años?¿3?, no sé, han descubierto especies que han desaparecido antes de poder llegar a estudiarlas, cuando el hombre invade un ambiente natural lo único que pueden esperar los animales que allí viven es contaminación y muerte.

J. ¿Qué ha pasado para que se extingan?
C.M. Que no pueden luchar contra la contaminación química, mayoritariamente sustancias sintetizadas por el hombre, extrañas a la naturaleza. Como su piel está desnuda penetran en ella y los intoxican. Hay muhos productos químicos que funcionan como hormonas sexuales, los anfibios se quedan estériles o nacen hermaforditas, nosotros también nos afectamos, la ciencia lo sabe, los políticos no legislan prohibiendo esos compuestos

J. Por último, me gustaría saber qué podríamos hacer para evitarlo
C.M. Pues, recordando el lema acuñado en Río "piensa globalmente pero actúa localmente", podemos cuidar nuestro medio natural, usar menos productos químicos. y luchar por un planeta donde el dinero no sea el objetivo prioritario de los gobernantes.


jueves, 28 de enero de 2010

Yo estuve allí

No ha pasado ni un mes desde el terremoto de Haití y ya casi están limpias las conciencias. Se ha aportado dinero, se han hecho conciertos solidarios, ITV´s solidarias, carreras solidarias. No sé si para exhibir la compasión o para alejar las desagradables imágenes de las televisiones que insisten en que la ayuda no llega, llega en malas condiciones o se distribuye inequitativamente. A todo esto, las débiles instituciones de Haití demuestran día sí, día también lo inoperante de su actuación.
Entretanto, en Machu Picchu (Perú) se están produciendo fuertes inundaciones y los turistas se encuentran atrapados en Aguas Calientes, el municipio a través del que se accede al santuario Inca, donde tuve la gran suerte de ir en octubre del año pasado. Es un lugar impresionante. Todo lo que diga no puede expresar la sensación de pequeñez que se tiene cuando se está allí. El cielo, inmenso, casi se puede tocar con las manos; las montañas son monstruos que acogen la bóveda celeste; los precipicios son tan profundos que su fin no se aprecia; la energía que rodea el lugar es abrumadora. Sólo he tenido una sensación similiar en La Amazonia ecuatoriana. Para acceder a Machu Picchu hay un servicio de autobuses ecológicos que parten del municipio Aguas Calientes. No pueden subir vehículos privados, así que para llegar arriba hay que pasar forzosamente por este pueblo. Recomiendan pasar allí la noche si quieres acceder a la cima de Huayna Picchu, porque las plazas son limitadas y se asignan por orden de llegada. Nosotros dormimos en un hotel allí.
Aguas Calientes es un lugar al que se accede prioritariamente en tren. Cuando llegas te encuentras con una gran pared de vegetación. No, no es una pared de vegetación, es una montaña tan alta que se antoja irreal y entonces te das cuenta de que estás en ceja de selva.
En este lugar, parece que los ladrones han robado las paredes de algunos edificios, así es el desorden urbanístico, así se muestra la pobreza en un lugar rico. El río baja con toda su furia y es atravesado por varios puentes. Justo a su lado, hay un mercado artesanal y la estación de ferrocarril que ahora están inundadas completamente.
Los turistas van a ser evacuados en helicópteros y volverán a su cómoda vida de rutinas occidentales que incluyen comer tres veces al día y una ducha diaria de agua caliente. Será algo para olvidar durante un tiempo y recordar, más adelante, como una aventura. Sin embargo, los habitantes de Aguas Calientes no tendrán tanta suerte. No quiero ni pensar en la cantidad de personas que habrán perdido todo, en los negocios y puestos destruidos bajo las aguas. No puedo dejar de pensar que yo estuve allí...

domingo, 24 de enero de 2010

Rosie

Ya no había esperanza. La nada le llenaba las entrañas y el hambre ni la inmutaba. En dieciocho años su cuerpo y su mente habían sufrido más de lo que muchas personas sufren en cien. Su madre, y madre de siete hijos más, se iba apagando lentamente, ya no tenía luz en los ojos; su padre se fue hace tiempo en busca de mejor suerte y a ella misma le faltaba vigor. ¿Cómo puede un país “crecer” cuando sus habitantes siquiera pueden moverse por la falta de energía que provoca la desnutrición? Los niños sanos y bien alimentados, tienen seguridad, valor, creatividad. ¿Dónde estaban los médicos para mi hermano pequeño? –Se cuestionaba- ¿Acaso él, con cuatro años, merecía morir por una infección estomacal? ¿por una simple diarrea? Con rabia se preguntaba por qué no habían nacido en lo más alto de las colinas de Petionville, la zona más rica de Puerto Príncipe. Mansiones con agua corriente, con ¡piscina! ¿Quién o qué decide que algunas personas nazcan en lugares ricos, con posibilidades de empleo, acceso a la educación, a la sanidad, y otras lo hagan sin poder salir del círculo vicioso de la pobreza? Ese día estaba realmente enfadada con el quién o qué, enfadada con la nada, con el todo, impotente. Entonces, cerca de las cinco de la tarde, empezó el ruido ensordecedor, y milésimas de segundo después el temblor de la tierra. Se levantó como un resorte y, tambaleándose, corrió lo que pudo. Olvidó el hambre, el enfado y su pobreza, porque el instinto de supervivencia provocado por el poderoso terremoto era muy superior a todo lo demás. Salió como pudo de la chabola, gritando. El corazón se le salía del pecho. Lloraba. Fue un minuto interminable de destrucción y horror. El cuerpo de Rosie no dejaba de temblar. Volvió donde su gente vive. En el camino sólo encontró devastación y llanto. No quedaba nada en pie. El país más pobre de Latinoamérica se convirtió en noticia internacional en cuestión de minutos. La gente que mira la televisión comenzó a compadecerse de las víctimas porque la tele les decía que se compadecieran. Y de los bolsillos de todo el planeta empezó a salir dinero para ayudar a Haití. Rosie siguió preguntándose por qué nadie curó a su hermano. El agua y la sanidad ya eran problemas graves en Haití, con un 45% de la población sin acceso a agua limpia en 2009 y un 83% de la población total sin acceso a un sistema mejorado de sanidad. ¿Dónde estaba Rosie hasta hoy? ¿Dónde estaba Haití? Un terremoto ha hecho visible a Haití y a Rosie a través de los medios de comunicación. Ella tiene dieciocho años, es morena, mide metro setenta, tiene los ojos negros y ya piensa que no hay esperanza. Dentro de poco se convertirá de nuevo en la mujer invisible.