martes, 26 de mayo de 2009

Disneylandia

Me gustan los artistas que expresan compromiso con su trabajo, que entienden que el arte puede cambiar nuestro estado de ánimo, nuestra forma de ver las cosas; que saben que su labor va más allá de cantar al triste desamor adolescente o a los fenómenos naturales. Me gusta Jorge Drexler cuando utiliza la voz de su propio hijo en este tema para cantar la era de la globalización, de las vergüenzas y de las mayores desigualdades de renta y riqueza que jamás ha conocido la historia de un mundo en el que, supuestamente, cada vez estamos más cerca...¿o más lejos?

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